El Gobierno hará el último intento para sancionar la reforma laboral antes de fin de año, por temor a no tener chances de tratarla en 2018.
La idea que trabajan Federico Pinedo y Emilio Monzó es aprobarla en comisión del Senado el 13, en sesión el 20 y convertirla en ley la última semana de 2017 Diputados.
No parecen convencidos los senadores peronistas, aún heridos por haber aprobado bajo presión la reforma previsional y sin ganas de volver a sus provincias con otra marca negativa.
Lo adelantó Miguel Pichetto en la última sesión y no volvió a hablar del tema. Los miembros del triunvirato de la CGT aclararon que no objetan la reforma, pero Cambiemos necesita que vayan a decirlo al Senado.
Tienen una buena experiencia: la reforma del sistema de ART se destrabó en esa Cámara cuando Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña fueron a reafirmar que no los afectaba en nada.
Pinedo trabaja en una escena similar pero antes debe conformar la comisión de Trabajo, cuyas autoridades claudican el 10 de diciembre.
El presidente actual es Carlos Lovera, originario del gremio mercantil de La Pampa, donde la delegación regional de la CGT anticipó su rechazo a la reforma laboral.
Pichetto citó ese pronunciamiento cuando anunció en conferencia que el proyecto quedarÃa congelado por tiempo indefinido.Pero su principal temor es Pablo Moyano, miembro del consejo directivo de la CGT y protagonista de un acto en contra de la reforma junto a las CTA.
Con este tema en la mira, Monzó cambió esta tarde el cronograma de sesiones: entre el 19 y el 21 de diciembre aprobarÃan el presupuesto, los acuerdos de responsabilidad fiscal, los cambios impositivos (cheque y ganancias), reforma tributaria y previsional.
Y la última semana del año volverÃan todos de navidad listos para sancionar la reforma laboral, si el Gobierno logra antes destrabarla en el Senado. No parece fácil.
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